¿Sabes apagar tu radio interior?
Cuando hablamos con alguien no nos damos cuenta de que, a veces, nuestros pensamientos son más fuertes de lo que nos está contando la otra persona. Este fenómeno puede producirse en una clase de universidad, en una ponencia, tomando café con una amiga o hablando con nuestra pareja. Los pensamientos van por su cuenta y hacen que la voz de nuestro interlocutor sea más flojita y menos presente, de tal manera que no escuchamos de una manera efectiva. Es lo que llamamos ‘la radio interior’, un fenómeno que seguro conoces.
El reto aquí es, por tanto, seguir el discurso del otro, su hilo conductor y no tanto el nuestro propio. Alguien podría decirme que, a lo largo del discurso, podría olvidarme de aquello que quería decir, de ese pensamiento que surge cuando nuestro interlocutor dice algo específico. El secreto de un discurso interesante, con sentido y además relajante, es aquel que se produce cuando no hay interrupciones, cuando los pensamientos y las palabras fluyen y cuando los juicios están controlados.
Pero ¿cómo podemos apagar la radio o, por lo menos, bajar su volumen?
Simplemente se consciente de que tienes una radio encendida y de que te molesta. Cuando la hayas detectado, ponla a tu lado, apágala, baja el volumen, piensa en una acción que te pueda ayudar. Lo más importante es fijarse en las palabras y el discurso de tu interlocutor. Usa preguntas, si lo necesitas, para saber exactamente qué quiere decirte cuando usa frases ambiguas, pregunta detalles si te apetece, muéstrale tu interés.
Claramente esta técnica no hace que se apague la radio, pero te ayuda a enfocarte más en lo que te está contando.
¿Y si no los consigues del todo?
En algunas circunstancias podemos ser transparentes: “Mira, hoy no puedo prestarte toda la atención, he tenido un problema y mi cabeza está en ello…”
Date cuenta en qué ocasiones necesitas apagar la radio o ser transparente. Seguro que tu comunicación será más efectiva si tienes en cuenta, no sólo que hay una radio interior, sino también que se puede apagar o bajar su volumen.