Cómo mejorar tus habilidades de comunicación interpersonal gestionando tus emociones.
Cómo gestionar tus emociones en situaciones de estrés
¿Te gustaría poder gestionar tus emociones frente a situaciones de conflicto?
¿ Quieres sentirte más tranquilo durante una negociación?
¿Buscas evitar que tu mal humor influya negativamente en el resultado de tu reunión de trabajo?
A diario nos enfrentamos a situaciones críticas que nos generan estrés como pueden ser una negociación, el feedback del desempeño a un empleado o simplemente la opinión de un colega. En el 90% de los casos, el tiempo de preparación invertido para enfrentar esta situación de estrés es elevado y nuestras emociones pueden influir negativamente en los resultados.
Saber gestionar nuestras emociones significa poder llevar a cabo nuestros objetivos de manera más efectiva y con madurez. Cuando hemos aprendido a gestionar nuestras emociones, podemos decir que hemos alcanzado la madurez emocional.
No me gusta hablar de “controlar” las emociones, porque cada emoción, positiva y negativa, tienes sus ventajas y desventajas.
Prefiero pensar que gestionando las emociones podemos aprovechar las ventajas de toda ellas, también de las negativas.
Ahora me preguntarás: ¿Cuál es la ventaja de tener miedo por ejemplo?
El miedo nos da pautas sobre nuestros límites, nos apoya en poner más atención en lo que hacemos y decimos, en como actuamos.
¿Y el enfado? Nos indica, por ejemplo, que tenemos valores que no fueron respetados, o nos empuja en hacer las cosas de otra manera, o de hacerlas de verdad.
Cada emoción tiene más significados, y cada uno de ellos, nos ayuda en la toma de decisiones.
Cuando las emociones nos impiden actuar de manera clara y adulta, porque son demasiado fuertes, repentinas e impulsivas, entonces necesitamos saber gestionarlas.
Es por ello, que he decidido incluir en mis cursos de gestión de conflictos y negociación, esta parte importante de “emotional management” porque nos ayuda a:
- Ver las cosas de manera más objetiva
- Saber llegar a nuestros objetivos
- Poder ser más empáticos
- Entender la situación y actuar de manera más flexible
- Mejorar las relaciones con las otras personas
- Vivir de manera más auténtica y sana
- Comunicarnos de manera más asertiva
Estos puntos deciden cuán exitoso serás en alcanzar tus objetivos.
Quiero presentarte este modelo de gestión de las emociones que no solo entreno con mis clientes, sino que lo uso también yo personalmente.
En mi primera certificación de Coaching, tuve un formador que me inspiró mucho.
Me enseño ejercicios de gestión de las emociones usando herramientas como:
- sentarme en diferentes sillas
- escribir listas,
- opinar sobre las sensaciones y el juicio sobre mí sobre las emociones que siento,
- analizar los sentidos que uso y las consecuencias.
Estas herramienta también las uso hoy con mis coachees.
Entonces me pregunté: ¿Cómo puedo usar estas herramientas para mí misma? ¿cómo puedo gestionar mis emociones en situaciones de estrés sin tener un coach al lado? Y mucho más importante para mí ¿cómo hacerlo de manera rápida para tener un resultado inmediato, mientras me encuentro en esa situación crítica?
Hoy quiero compartir contigo este modelo, que estoy segura que te ayudará a gestionar tus emociones . No es magia, pero ya verás que, con práctica, lo automatizarás y lo harás sin ningún esfuerzo.
El Modelo “D” de las emociones (en inglés es “D-Model of Emotional Management”, el D está por “Detachment”, tomar distancia) es un modelo que se puede entrenar durante días para poder tener resultados rápido, porque se convierte en una costumbre.
A través de este modelo podemos aprender tomar distancia de nuestras emociones fuertes para poder ver el mundo de manera mucho más objetiva, como lo vería un observador que está sentado en la misma sala, observando la situación sin tomar parte de nadie y de nada. Aunque la objetividad absoluta no existe, será tu observador interior que hablará, tu conciencia que tomará este rol para poder apoyarte.
8 pasos para empezar a mejorar tus habilidades de comunicación interpersonal gestionando tus emociones.
Imagínate estás en una reunión, alguien dice algo contra el proyecto que estás planteando y presentando. Has trabajado duro para esta presentación. Esta persona te critica a menudo y te está haciendo enfadar.
- PARA un segundo internamente.
- ANALIZA la situación como una persona ajena que está observando: ¿Que está pasando exactamente? ¿Objetivamente necesito de verdad enfadarme? ¿Qué estoy sintiendo? ¿Qué es exactamente lo que me hace enfadar?
- EXPLORA las razones de tus fuertes reacciones emocionales.
¿Lo estoy tomando como algo personal, tal vez?
Quizás:
• estás siendo muy sensible
• la situación está desencadenando un evento pasado doloroso, basado en una experiencia pasada.
• sientes una pérdida de control sobre la situación, lo que puede provocar mucha ira y frustración.
(¿Conoces la diferencia entre el desprendimiento saludable y no saludable?)
- IDENTIFICA tu (s) emoción (es). ¿Es solo enfado? ¿O enfado y sorpresa por ejemplo? ¿Enfado y decepción? Identifica el mensaje de tu emoción, las ventajas y las desventajas. ¿Qué expresan sobre mí? Por ejemplo: que soy una persona muy trabajadora, innovadora y sincera.
- ACEPTA tu emoción.
- Para poder gestionar tu emoción, necesitas aceptar que te sientes así, sin juzgarte por lo que estás sintiendo y agradecer esta emoción por ayudarte.
- Ahora: si siguieras el INSTINTO de tu emoción (por ejemplo: gritar a la persona, o reaccionar de manera irónica), ¿me ayudaría en alcanzar mis objetivos? ¿O simplemente estaría alimentando mi ego?
Comienza con la parte de ACCIÓN: ¿Qué quiero alcanzar de verdad en esta situación? ¿Qué necesito hacer para llegar a mis objetivos? Ejemplo: convencer a mi compañero que el proyecto es importante para la empresa, que está bien pensado, etc.
Reacciona de acuerdo a tus objetivos. Ejemplo: da reconocimiento a tu compañero para la aportación y expresa que no estás de acuerdo explicando el porqué. Usa tus herramientas de argumentación para conseguir tus objetivos. Si estás más “frío” tu argumentación será más efectiva.
No importa si al final lo puedes convencer o no, lo importante es que tus emociones no te están controlando a ti, si no que tú las estás gestionando según tus necesidades.
Estamos hablando de una madurez emocional que nos hace exitosos y poderosos en nuestro día a día, porque es una herramienta de influencia.
Tu enfado continuará, pero tus reacciones no estarán guiadas simplemente por un instinto ciego, sin sentido y fuera de conciencia.
Entrenar este modelo es fácil, aunque requiere trabajo, constancia y saber parar para tomar distancia de la situación (como si le estuviera pasando a otra persona). Nos ayuda a descubrir una infinidad de maneras de reaccionar y de vivir las situaciones de estrés de manera constructiva.
Este modelo me salvó de perder amistades, relaciones con clientes y me ayuda día a día en mi vida privada y profesional.
También aprendí reconocer lo que siento, expresarlo de manera adulta y espejar¿? a mi interlocutor de lo que está pasando en nuestra conversación.
Un modelo poderoso para mejorar tu vida que espero que te sea tan útil como lo es para mis cochees y para mí
¡Gracias por leerme!
¿Qué te ha parecido esta herramienta de coach que he compartido contigo? Si tienes alguna duda, por favor deja a un lado la vergüenza y contacta conmigo ahora mismo.