¿Relación tóxica? ¿O solo una amiga antipática? Claves para conocer las diferencias y para reaccionar
¿Relación tóxica? ¿O solo una amiga antipática? ¿Tolerancia o aceptación? Aprende a reconocer las diferencias.
¿Sabías que el significado de tolerancia y aceptación es diferente?
Sigue leyendo y descubre cuando existe una relación tóxica y cómo actuar. ¿Qué es mejor ser tolerante o aceptar la situación?
Cada uno de nosotros es diferente, vemos el mundo de manera diferente y como consecuencia pensamos de manera distinta.
Sin embargo, a veces encontramos personas que, como si nos viéramos reflejadas en un espejo, nos resultan muy parecidas a nosotros mismos.
Nos sentimos a gusto con ellas y queremos pasamos tiempo, vivir experiencias y disfrutar momentos juntos.
Nos damos cuenta que tenemos gran cantidad de cosas en común y aunque tengamos algunos puntos de vista distintos, no tenemos ningún problema en transigir un poco y aceptamos su comportamiento.
Al final lo que vemos es una persona cercana a nosotros, una persona similar que vive los mismos valores y quizás también tiene el mismo estilo de vida. Una persona simpática, así lo manifestamos cuando hablamos con los demás.
Nos sentimos contentos pasando tiempo juntos, la relación es buena y quizás también sana. Nos podemos comunicar de manera clara, con pocos malentendidos, tenemos la sensación de confianza y una comunicación transparente.
Nos acompaña un lenguaje no verbal abierto, la mímica de la cara expresa tranquilidad y felicidad, podemos mirarnos en los ojos sin problemas.
Tal vez nos enamoramos de esta persona y queremos compartir el resto de nuestra vida con ella, o esta persona se vuelve nuestro mejor amigo o se transforma en un amigo muy cercano y presente en nuestra vida durante mucho tiempo.
De cualquier manera, lo que más nos gusta es que es muy fácil pasar tiempo con esta persona, aceptar lo que hace y lo que dice. Si has vivido este tipo de relación personal, estarás de acuerdo conmigo que es más fácil aceptar los pocos puntos que no tenemos en común.
¿Y si pasa el contrario?
Podemos conocer a personas que tienen muchos puntos de vista diferentes, que viven su vida de manera muy ajena a la nuestra, con diferentes valores, no nos entendemos bien. Cuando nos comunicamos con ellas a veces sentimos un sentimiento de repulsión.
La comunicación es difícil, – abundan los malentendidos y las diferencias. Podemos tener la sensación de hipocresía, la presencia de estas personas nos molesta y tenemos pocas ganas de pasar tiempo juntos.
El lenguaje no verbal es más cerrado y una cara triste nos acompaña, en pocas ocasiones nos miramos a los ojos existen muchos momentos de evitación. Nuestra voz es dura y baja, tal vez tenemos la sensación de enfado y rabia, y la comunicación es así mucho más complicada.
En lo peor de los casos, estamos obligados a pasar tiempo con este tipo de personas que nos hacen el día cuesta arriba-,, dado que pueden ser compañeros de trabajo o forman parte de nuestro círculo familiar más próximo.
En casos extremos, se trata de relaciones toxicas, personas que con su comportamiento nos hacen daño y causan una sensación de dolor.
¿Cómo reconocemos una relación tóxica?
Cuidado antes de comentar que alguien es tóxico para nosotros, porque es una posición extrema que hace más daño a quién está en la posición de víctima. Pero hay una diferencia entre la persona “antipática” y una relación tóxica.
La relación tóxica va más allá de la antipatía, no nos deja mucho margen para vivir nuestra vida en tranquilidad.
Cuando ella está con nosotros, nos critica también la parte positiva de nuestro comportamiento y nos manipula usando una parte tierna de nuestro carácter.
Usa lo que decimos contra nosotros y también nuestras debilidades para hacernos daño.
Una persona simplemente antipática, quizás no quiere hacer daño, tal vez, solo tiene su manera particular de vivir la vida, que es diferente de la nuestra. La persona tóxica, quiere interactuar con nosotros para hacernos daño.
Hace tiempo alguien me preguntó si como coach y psicóloga creo en la presencia de las relaciones tóxicas.
Creo en las relaciones positivas y creo que una relación tóxica es el resultado de una posición de víctima, o sea, que cada uno tiene su responsabilidad en cómo vive la vida y en cómo se relaciona con los demás.. Si dejo que una relación negativa se vuelva en una relación tóxica, tengo mi parte en este juego y mucha responsabilidad.
¿Qué podemos hacer ante una relación tóxica?
Cuando nos damos cuenta de esta situación es importante saber CÓMO queremos vivir nuestra vida.
Es importante saber decir NO a tiempo y poder eliminar las relaciones negativas de nuestra vida sin tener sentido de culpa alguno.
¿Cómo? En el momento que decidas esto es porque quieres defenderte de las energías negativas que notas alrededor de esta persona. Siempre es posible hablarlo, discutirlo, tomar un acuerdo. Soy la primera en aconsejarte de intentar clarificar una situación poco clara con cada persona, porque cada “conflicto” puede ser una oportunidad para co-crear relaciones sanas a largo plazo.
Sin embargo, yo también he tenido situaciones donde sentí la sensación de querer eliminar relaciones negativas en mi vida porque no solo no había manera de arreglar la “amistad”, sino porque también tuve la experiencia de cruzarme con personas que no quisieron hablarlo.
Estas personas no son responsables de su vida, echan la culpa a los otros o a las circunstancias por sus problemas.
Cuidado con estas personas, tienen la tendencia a actuar sin respeto de los demás. Al final es una posición de victimismo de la que no saben salir.
Si quieres, hay algo que puedes hacer en estos casos, para defenderte completamente: ignorarlas. Dejar que nadie toque tu alma y tu tranquilidad. Tu paz es más importante, la vida nos cuenta historias y nos enseña cómo comportarnos, pero tenemos a veces la sensación de TENER que querer a todo el mundo, y queremos que todo el mundo nos quiera. ¡No es así!
Si decides que la situación (por un tema de trabajo o familiar, por ejemplo) te obliga a mantener la relación, es importante distinguir entre ACEPTAR a una persona o TOLERARLA.
¿Te parecen dos conceptos similares? No lo son. ¿En qué se diferencian la aceptación y la tolerancia?
Cuando aceptas a alguien, no te va a faltar nada, te sientes en paz contigo mismo, tienes un límite claro, hasta donde la otra persona puede llegar con sus comentarios, su comportamiento hacia ti y su manera de comunicarse.
La aceptación nos da paz, felicidad y posibilidad de tener todavía una relación sana con los demás.
A diferencia de la aceptación, la tolerancia nos puede llevar a una sensación de rabia, de infelicidad, nos falta algo, la tranquilidad no es plena, siempre tendremos algo “negativo” en nuestro alrededor, como tener una mancha sobre una camisa blanca, una mancha que no podemos quitar.
Aprende a aceptarte a ti y a los otros primero, a mantener tus límites a través de una comunicación asertiva, aprende a usar un lenguaje no verbal seguro y a enseñar así tu auto confianza.
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Cuando te aceptas, convivir con la otra persona te resultará más fácil . Quizá no sea tu mejor amigo, aquel compañero/a de trabajo a la que le confías todo o tu familiar más querido, pero puedo asegurarte que dejarás de sentir dolor, daño y angustia
También en este caso es importante saber evitar de hablar de la otra persona en su ausencia, de pensar siempre en ella.
Aprende a saber ignorar algunos comportamientos ajenos al tuyo, porque si no te importa, tampoco te puede hacer daño.
Ahora te toca a ti ¿ cómo vives tu vida con las personas “antipáticas”? ¿has tenido experiencia con personas negativas a tu alrededor?